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El sofá cama es un mueble de lo más versátil que nos aporta comodidad y nos puede servir tanto para descansar en el día a día mientras vemos la televisión o leemos, como para hacer de cama cuando tenemos invitados. Se trata de una pieza fundamental en cantidad de hogares gracias a esta doble función.

Lo más atractivo de un buen sofá es que nos recoja con comodidad, que se adapte a nuestro cuerpo y nos otorgue un fantástico bienestar en los momentos de ocio, descanso o en los ratos muertos. Todo esto, en cambio, se puede frustrar cuando nos damos cuenta de que este se ha hundido y lo que hace es generar molestias por encima de cualquier otra función.

Pero, ¿sabías que esto puede tener arreglo? En este artículo queremos mostrarte cómo puedes reparar este mueble cuando parece que no tiene solución. Presta atención a nuestros consejos y recupera la comodidad en tu sala de estar.

¿Cómo arreglar un sofá hundido?

Un sofá, por desgracia, puede llegar a hundirse por una gran cantidad de causas diferentes, así que no es de extrañar que esto ocurra en un momento dado. En muchas ocasiones es salvable y se puede reparar haciendo unas pequeñas labores de bricolaje caseras que están al alcance de todas las personas. En otros casos, lamentablemente, la única solución será acudir a Bianco Sofás para comprar uno nuevo y resistente, que aguante el paso del tiempo.

Nos vamos a centrar en este punto en determinar si tu sofá tiene arreglo y cómo puedes hacer para mejorar considerablemente la situación, con pequeñas reparaciones que lo devolverán a la vida.

Diagnosticar la causa

El primer paso será intentar diagnosticar la causa de tal hundimiento para determinar si tiene arreglo y de qué tipo, ya que esto nos puede orientar en gran medida. Para ello hay que fijarse en las diferentes partes del sofá y deducir donde está el problema, pues en ese punto atacaremos con la solución:

  • El armazón: si este se ha roto, lo primero que ocurrirá será que el sofá quedará hundido y esta es una de las principales causas. Es la propia base del mueble y puede comprarse junto con toda su estructura.
  • Las suspensiones: se sitúan entre el armazón y los asientos y suelen estar presentes en forma de muelles o cintas. Si se estropean, van a causar un indeseado hundimiento en el mueble.
  • Los asientos: el problema puede estar en el propio asiento si la espuma de su interior se ha deformado con el peso.

Sustituir la espuma del asiento

Cuando el problema está en el asiento es bastante sencillo de solucionar. Hay que comprar una espuma nueva y retirar la que se ha cedido o deformado para que quede como nuevo. Para ello tienes que tomar las medidas del mueble y encargarla de forma que encaje en él. A ser posible, de una densidad apropiada para evitar este problema de nuevo, de entre 30 y 35 kg/m3.

Reparar el armazón del sofá hundido

Cuando el problema está en el armazón del sofá, el trabajo será algo más detallado y cuidadoso. Lo ideal es buscar las piezas que se han dañado en esta estructura, buscarlas y cambiarlas por otras nuevas. Tendrás que comprarlas a medida y en una tienda especializada. Basta con que tengas algo de agudeza a la hora de revisarlo y cuentes con una buena caja de herramientas con destornilladores y otros utensilios que te servirán para retirar unas e incorporar otras.

Problemas en los revestimientos

¿Has visto que el problema está en los muelles o en las cintas que se encuentran bajo el asiento? Entonces tendrás que ver si una de las piezas se ha roto y deformado, o bien si las cintas están sueltas. La buena noticia es que también son piezas que se pueden comprar por separado para sustituirlas, siempre que te encargues de hacerte con modelos idénticos y que encajen bien con tu mueble. Deben tener el mismo diámetro y longitud, algo que también puedes medir de forma sencilla con un metro para solicitar las nuevas piezas en una tapicería o ferretería.

¿Qué poner en el sofá para que no se hunda?

¿Qué poner para que el sofá no se hunda? Esa es la gran pregunta. Pues bien, en primer lugar, si esto ya ha ocurrido, es importante que coloques buenas piezas de sustitución que tengan una excelente calidad y que encajen muy bien con las medidas del mueble.

Sin embargo, lo más importante es poner el foco en comprar la espuma adecuada, independientemente de si este ya ha sufrido un hundimiento o si todavía está intacto. Esta parte tiene un contacto directo con el peso y es la primera parte que nos puede fallar por deformarse, o puede afectar a otras estructuras con su presión.

¿Cómo evitar que se hunda el sofá?

Evitar que se hunda el sofá es una cuestión de buenas prácticas. En la mayor parte de los casos, esta circunstancia se da por un uso excesivo y muy “violento” para el mueble. Por ejemplo, si hay niños en casa, es importante hablar con ellos de la importancia de cuidar esta pieza de la casa y no jugar saltando sobre ella o cargando pesos.

Es interesante que todas las personas que lo usen traten de hacerlo con buenas posturas y sentándose en todo momento donde están instalados los asientos. A ser posible, sin clavar sobre él las rodillas o los codos, sin hacer que sufra en exceso. Al final, son este tipo de conductas las que hacen que el material no aguante, ya que solo está preparado para resistir un uso normal, es decir, que los usuarios se sienten en él con naturalidad.