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Si amas el ciclismo o las rutas en bicicleta y te encanta salir cada vez que puedes a pedalear, entonces sabrás que los pinchazos de las cámaras y el desgaste de los neumáticos de las ruedas es inevitable. Es importante saber cómo cambiarlas, para que puedas retomar tu actividad preferida y volver a salir a carretera cuanto antes. Por eso en este artículo te explicamos cómo hacerlo. ¡Vamos a ello!

Señales para saber cuándo cambiar los neumáticos de una bicicleta

Los neumáticos de una bicicleta deben cambiarse cuando presentan desgaste excesivo, daños visibles o pérdida de rendimiento en la tracción y seguridad. Uno de los principales indicadores es la profundidad del dibujo. Si el relieve está desgastado o casi liso, la adherencia se reduce, aumentando el riesgo de derrapes, especialmente en superficies mojadas. Otro signo es la presencia de grietas o cortes en la goma, causados por el envejecimiento o el contacto con objetos afilados. Estas fisuras pueden debilitar la estructura del neumático y provocar pinchazos frecuentes. También es necesario un cambio si se observan protuberancias o deformaciones, ya que indican un daño interno que compromete la estabilidad.

Por otro lado, si notas que la bicicleta pierde presión con frecuencia, incluso sin pinchazos evidentes, puede ser señal de que la carcasa del neumático está deteriorada. Además, en bicicletas de alto rendimiento o de montaña, es recomendable sustituir los neumáticos cuando la tracción y el agarre disminuyen notablemente. Por último, si los neumáticos han sido usados por varios años sin ser reemplazados, aunque no muestren un desgaste extremo, es recomendable cambiarlos, ya que la goma pierde elasticidad y resistencia con el tiempo, afectando la seguridad y el desempeño en la conducción.

Cómo cambiar la rueda de la bicicleta paso a paso

Si has comprobado que ya es momento de cambiar los neumáticos de tu bicicleta o la cámara ha sufrido un pinchazo, entonces es momento de pasar a explicar los pasos para hacerlo.

1. Saca la rueda del eje

Lo más sencillo de todo es sacar la rueda del eje. Para ello debes abrir el cierre y aflojar las tuercas que sujetan las llantas. El mecanismo es muy parecido tanto en la rueda delantera como en la trasera, ahora bien, debes tener en cuenta que en el caso de la rueda trasera se encuentran las cadenas, por lo que debes tener más cuidado. Lo más aconsejable es que la cadena desfile sobre el piñón pequeño y en el plato pequeño o mediano. Por supuesto, no te olvides de abrir el freno (con cuidado de no forzarlo) para poder extraer la rueda sin problema.

2. Quita las cubiertas y retira las cámaras

Para quitar las cubiertas tendrás que hacer uso de algunas herramientas, en concreto de palancas o desmontables. Ahora bien, lo primero de todo es desinflar completamente la cámara de aire presionando la válvula hasta que no quede nada en su interior. Esto facilitará la manipulación de la cubierta y evitará daños en la llanta. A continuación, utiliza las palancas para neumáticos o desmontables. Inserta una en el borde de la cubierta y haz palanca para sacarla del aro. Debes dejar esta primera palanca fija y usar una segunda para deslizar a lo largo del borde, liberando la cubierta poco a poco. Si la cubierta está muy ajustada, repite este proceso en varios puntos hasta que un lado quede completamente fuera.

Una vez que un lado esté liberado, saca la cámara de aire si tu bicicleta la tiene. Luego, retira la otra parte de la cubierta empujándola con las manos o utilizando las palancas con cuidado. En el caso de las cubiertas del tipo tubeless (sin cámaras de aire) el proceso es similar, pero presenta un poco más de complejidad ya que es posible que necesites romper el sello con las manos y retirar el líquido sellante antes de desmontarlas. En estos casos nuestra recomendación es que visites siempre un taller de bicicletas, para evitar ocasionar daños a la llanta, como deformar los ejes, lo que te supondrá un gasto mayor. En un taller como MaquinaBikes.com pueden hacerlo sin problemas y en apenas unos minutos, además el cambio de ruedas es una tarea muy económica que te ahorrará mucho tiempo y dolores de cabeza en estos casos.

3. Coloca la nueva cámara o neumático

Lo último que debes hacer es revisar el estado de la llanta y la cubierta antes de colocar una nueva cámara (o una cubierta, si esta está en mal estado), asegurándote en todo momento de que no haya objetos afilados o residuos en el interior. Es importante que prestes atención a este paso para evitar un trabajo en vano ya que en muchos casos los pinchazos se deben a deformaciones y llantas en mal estado. Para colocar la cámara se debe haber fijado primero la válvula en la llanta por el orificio específico orientando la rueda hacia la parte de arriba (es importante que esta esté un poco inflada, pero no por completo). A continuación, introduce la cámara desde ese punto y hacia abajo. Ten en cuenta que al llegar a la parte final esta puede presentar más resistencia, por lo que es conveniente girar la rueda a la posición que te resulte más cómoda e incluso, si lo ves conveniente, hacer uso de una palanca.  Por supuesto, en todo el proceso evita pellizcar la cámara para evitar ocasionar daños. Por último, cuando esta esté insertada por completo, ínflala y vuelve a colocar la rueda en el eje de la bicicleta.